Límites y Limitaciones

 Límites y limitaciones 

 

En la vida resulta primordial conocer cuáles son los límites y las limitaciones que uno tiene. Y tener claro que no es lo mismo una cosa que la otra. Las limitaciones personales coartan, de algún modo nuestra capacidad de avanzar en una determinada tarea. Los límites nos los ponemos nosotros mismos. Unas veces atendiendo a razones sociales o morales; otras porque nunca hemos explorado más allá. 

 

A medida que uno se va haciendo mayor es más consciente de los límites y limitaciones que uno tiene. Y todo tiene un proceso. Las experiencias vividas nos sitúan en el contexto perfecto para descubrir hasta dónde podemos ir… o no. Y claro, llegados a este punto, la línea que separa el éxito del fracaso es demasiado fina. 

 

Para alguien que ha hecho deporte toda la vida, resulta fácil saber cuáles son las limitaciones que se tienen para según qué actividad. En el fútbol encontré muy pronto mis limitaciones. No era bueno jugando y, además, no le daba de cabeza nunca (me dolía). Y si vas a ser defensa… 

Practiqué otros deportes posteriormente, sobre todo balonmano. Ahí, siendo consciente de mis limitaciones técnicas los límites no me impidieron intentar aprender de igual manera. Porque el punto hasta el que estás dispuesto a pelear por algo te lo pones tú. Hasta donde puedes llegar ya es otra cuestión. 

 

Recuerdo competir en longitud (atletismo) y no llegar a la arena en el primer salto. Mis limitaciones técnicas me impidieron comprender el punto de batida y claro… rojo como una lombarda. Mi entrenador, en apenas tres minutos, me hizo ver que eran mis límites mentales (no sé saltar) los que actuaban como una limitación. Y llegué a la arena. Último en la clasificación, pero trabajo hecho. 

 

El modo en cómo somos educados y la formación que vamos recibiendo, van modulando nuestros límites mentales para actuar. Nos enseñan lo que está bien y lo que no, y establecemos los primeros límites sociales. Posteriormente puedo que esos marcos se nos hagan estrechos a medida que la moral en la que fuimos educados y/o formados, se transforma con el devenir de los años. Y lo que era oscuro ahora es claro. 

 

Las limitaciones, sin embargo, pueden ser auto impuestas o sobrevenidas. Cuando conducimos todos sabemos cuáles son las limitaciones de velocidad etc. ¿podemos ir más allá? Si. Pero no sin consecuencias.  Las limitaciones sobrevenidas se pueden negociar, algunas, para estirarlas o encogerlas según interese. Las autolimitaciones son más difíciles de modificar. Primero porque no siempre somos consciente de ellas. Y cuando se hacen visibles, a veces, tampoco tenemos las herramientas para desmantelarlas. Y ese es un trabajo duro y complejo, desde el punto de vista mental. 

 

En la sociedad actual se vienen dado, a mi entender, dos fenómenos asombrosos. Cada vez hay más personas exponiendo libremente sus límites intelectuales su pudor alguno. Y, por otro lado, los que modulan el modelo social existente tratan de aumentar tanto como pueden nuestras limitaciones. ¿Cómo? De la manera más sencilla, con las RRSS. Tú puedes opinar lo que te dé la gana dentro de tus límites personales (no importa si insultas a otro o a ti mismo), en tanto en cuanto no te salgas del recipiente. Si razonas fuera…te señalan. 

 

Personalmente creo que prefiero caminar por la calle, con una diana en el pecho por haber razonado fuera del recipiente; a vivir tragando dentro de sus límites. Nunca pensar ha sido más subversivo. Nunca aumentar nuestros propios límites ha sido más importante. 

 

 


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