PODA


 

En el desarrollo de los seres humanos se produce el fenómeno de la “Poda neuronal”, algo necesario para que el proceso de maduración se lleve a cabo. Nacemos con un montón de neuronas que inundan de sinapsis nuestro cerebro, abierto en esa época de nuestra vida, a todo lo que nos rodea. Ese proceso se va de las manos en algunos individuos y claro… aparecen sujetos por todos lados con pensamientos y/o razonamientos difusos. Como diría Mundstock “razonan fuera del recipiente”.


Cuando nos comunicamos utilizamos palabras. Por ello es importante elegirlas bien cuando se trata de hablar de temas delicados. Más aún cuando no estás de acuerdo o resulta disonante con tu propio pensamiento. Las redes sociales, la política, la sociedad en general, está plagada de sujetos que dañan de manera gratuita a los que no entran en su “ordenamiento existencial”. La mayoría de las veces recurren a la mentira, la tergiversación o, directamente en la mayoría, a una exacerbación de su parquedad intelectual.


El lenguaje es la única forma de ser del pensamiento y, al mismo tiempo, su realidad y su realización” esta frase, de Julia Kristeva, explica de una manera (a mi entender) brillante la importancia de expresarse de manera adecuada. Porque como individuos independientes no somos nada. Por más de moda que esté el individualismo de Stuart Mill. No deja de ser una falacia. Vivimos en sociedad, de manera más o menos tribal. Y en una sociedad así el individualismo siempre choca con la realidad. Tus actos, la manera en la que pretendes vivir, el modo en cómo te expresas; no se trata de algo aleatorio. A tu alrededor viven personas con las que debes de interactuar, muchas de ellas tenedores de poderes que pueden coartar tu manera de vivir. No es cierto eso de que: “si quieres puedes”, ¡que va!.


De un tiempo a esta parte está de moda pensar poco, incluso razonar mal. Crecen como setas los que abrazan corrientes de pensamiento encaminadas a cortar de raíz aquellas libertades de las que gozas. Los extremos suelen tener una parte de atractivo inicial, tal vez por parecer irreverente. Pero, dependiendo de cómo haya sido tu poda, podrás advertir sin dificultad que la irreverencia da paso a la coerción. Las reglas de compromiso que una sociedad acepta para poder vivir (Leyes, códigos, etc), pueden no parecerte acertadas. Si es así, trabaja para poder modificarlas hacia el lugar que tú pienses mejor.


Si tu poda ha sido la normal, tendrás la capacidad de valorar con pensamiento crítico, qué sucede a tu alrededor y cómo ocurre. Debes de tener la capacidad, o al menos intentarlo, de discernir entre lo que te cuentan y lo que en realidad es. La escucha es una parte esencial para llegar a comprender dónde estamos. Casi todos los seres humanos merecen respeto, no así sus opiniones. Esas deben de ganarse ese derecho. Ser crítico con quien te gusta no implica estar en contra. Sino poner en valor lo que tu piensas respecto de aquello que escuchas o ves. Del disenso salen los consensos. Todo lo demás es imposición y/o seguidismo. Ambos muy peligrosos.


Para aquellos a los que la poda les dejó inertes o demasiado ligeros, decirles que tras la poda se pueden hacer injertos. Y con ellos se puede crecer de manera conjunta apoyándose en los aportes de otros. No siempre saldrá bien pero merece la pena.



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