FELICIDAD


 


Si uno repara en todos los mensajes que nos llegan, cada día, de los diferentes emisores que nos rodean: puede establecer que la búsqueda de la felicidad se ha convertido en la meta para una gran mayoría. 


¡Haz esto y serás feliz!, ¡compra esto otro y serás feliz!, etc. La falacia de hacer determinadas acciones para ir al encuentro de una felicidad que nos espera, quimérica y excitante… puede llegar a impedirnos vivir como realmente debemos de hacerlo. 


A mi entender la felicidad es una consecuencia de nuestro modo de vivir en un determinado instante. Y nunca es igual para todos. Me ha llevado tiempo entender esto. Como otros muchos, yo también había "comprado" las diferentes recetas de la felicidad. Tales recetas sólo sirven para salir día a día  en una búsqueda incesante de gamusinos; abriendo fuertemente los ojos cada vez que "encontramos" uno.

 

Cuando aprendes que la felicidad es una consecuencia de tus acciones la disfrutas mucho más. Para mí es como comer un buen plato de lentejas un día de invierno. No se trata tanto de quién las ha cocinado o qué receta ha seguido; sino del hecho de disfrutarlas.


Mi experiencia me dice que la vida hay que masticarla, para poder saborear todos sus matices. En ocasiones uno acaba escupiendo y otras con una sonrisa. Y la felicidad, por efímera que resulte, no es más que esa sonrisa de comensal satisfecho al dejar la cuchara, terminado el plato de lentejas. 


A veces la felicidad la encuentras en los ojos brillantes de quien sonríe por la simple razón de tenerte cerca; otras veces te das de bruces con ella tras un diagnóstico favorable. 


Un día, tendría 6 o 7 años, me descubrí feliz por dormir en un colchón en el suelo de la cocina, abrazado a mi madre. Era genial, tras haber pasado la noche anterior en la puerta de casa. 


El paso del tiempo, ayuda a dar un color bonito a las habitaciones oscuras de nuestro pasado. Intentar ser felices puede ser una losa para muchos. Disfrutar de pequeños instantes felices está al alcance de todos. De cada uno dependerá luego el poder convertir esos momentos en asideros esenciales.


La felicidad como consecuencia de nuestra manera de vivir llena mucho más que aquella que se puede comprar. Y nunca será una mochila que nos lastre como aquella que se busca incesantemente.

Comentarios

  1. De acuerdo con tus palabras totalmente,a veces la vida nos saca esa felicidad con mucha dureza , pero de ello aprendemos luego a valorar lo más chiquitito,,
    Para mí felicidad es poder compartir esas cosas pequeñas,esas sonrisas ,esas miradas profundas y desde luego sentirse bien con uno mismo,entender que estamos de paso y la vida hay que vivirla siempre con esa sonrisa positiva

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