LA ENCRUCIJADA DEL PLACER
Me dormí
anoche pensándote, imaginando tu piel rozando la mía. Noté la respiración
agitada al compás de mi imaginación. En mi película mental la tuya se agitaba,
tu cuerpo se movía espasmódicamente hasta la llegar a la laxitud...y esa
preciosa sonrisa que se dibuja en tus labios…
Mi mente,
perdida en la encrucijada del placer que tú alimentas, amenaza con hacerme
perder la cabeza. Con endurecer todo mi cuerpo, parte por la excitación que
provocas en mí; parte por el dolor de no tenerte cerca…esa tensión no resuelta
a la espera de solución.
Anhelo
nuestro encuentro, el momento de deslizarme por la pendiente que lleva a la
perdición. Incluso con los ojos abiertos soy capaz de soñarte, capaz de
describir las ondulaciones de tu cuerpo a través de una de mis camisetas que
todavía no has usado nunca.
No sé
si habrá alguna película capaz de desvelarme tanto como sentarme a los pies de
la cama en la que tú estés. Protagonista inesperada de este sueño, quizás sólo
quimera, te daría todos los premios a los que hubieses concursado. Suspiras, te
estiras, te encoges, abrazas la almohada y…sueño con ser ella.
Descubrí
hace tiempo que existe placeres en lugares que jamás hubiese imaginado. La mente
es tan extensa y tan capaz de sentir que su estimulación no es comparable a
ningún trozo de piel. Y, sin embargo, nos vuelve locos el roce de la piel, el
calor de unos labios, el olor a sexo…
Creo que
es hora de volver a la calma, de girarme al otro lado de la cama y bajarme por unas horas de este maravilloso sueño. Conviene
estar despierto por si cabe la posibilidad de hacerlo realidad. La imaginación
puede ser capaz de nublar la realidad y hacernos perder la conciencia de lo
real…
En algún
momento lo intangible se unirá a lo tangible; cuando ocurra deseo que seas
consciente de que perderé el control y me dejaré llevar por la cara interna de
mi todo. Perdona mis posibles torpezas de antemano pues hay encrucijadas en las
que es fácil confundir el camino.
Con los
ojos cerrados y el resto de mis sentidos alerta crearé un mapa mental de tu
piel. Deteniéndome allí donde tu respiración se agita, acariciando, lamiendo,
besando…hasta la laxitud. Buenas noches.
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