PENSAR EN TIEMPOS DIFÍCILES
Desde siempre ha sido más fácil seguir a una bandera que
a un razonamiento. Para lo primero basta con tener ojos, para el segundo se
necesita cierta capacidad de introspección.
Y no corren buenos tiempos para pensar. El modelo social
que las élites han logrado instaurar se caracteriza por el continuo bombardeo
de eslóganes, más o menos falsos, llamados a modificar el pensamiento. No el de
todos, claro; sino el de aquellos que abrazan al becerro de oro de un modo de
vivir que nos convierte en ganado. Un ganado que atraviesa las vías pecuarias
que esas mismas élites diseñan en sus cuartos oscuros.
Pensar supone un esfuerzo mucho mayor que hacer la
mayoría de los trabajos cotidianos. Son muchos los que creen lo contrario, pues
destinan sus neuronas al contaje de sus horas laborales, a vivir su tiempo
libre y aplaudir o criticar este o aquel eslogan.
Lo complicado ya no es razonar, sino que el resultado del
mismo nos empuje contra los intereses de los tótems de nuestro entorno más
influyente. Oponerse, algo que en otros tiempos suponía tener crédito social al
enfrentarse al poder establecido, se ha convertido ahora (no siempre
afortunadamente) en argumento para meme fácil y tontorrón.
Nunca hemos tenido más fácil el acceso a la información. Lo
complicado es desarrollar las habilidades para poder discriminar la paja del
trigo. La formación, académica y social, es la clave para ello. El consumismo
desmedido, en el que todos estamos metidos, nos empuja a una huida hacia
delante. Porque ese, el consumismo, ha sido el mejor anzuelo que nos han puesto
los próceres para que no veamos como cercenan nuestros derechos.
Casi un cuarto de siglo después de empezar el nuevo siglo,
dos pilares importantes de nuestra sociedad se tambalean. La Educación y la
Sanidad están tan prostituidas a estas alturas, que lo único que puede cambiar
su total desmantelamiento, es una revuelta social a través del razonamiento,
del pensamiento consciente que nos lleve a determinar las causas por las que
hemos aceptado tantos desmanes.
La Sanidad privada siempre será una mentira. Ya que nunca
será viable si sus ingresos procediesen única y exclusivamente de sus
asegurados. Papá Estado mantiene, gracias a todos, el beneficio sustancial de
unos pocos. La Educación Concertada, necesaria a finales del siglo XX por el
incremento demográfico, es hoy una rémora para el avance social. Lo queramos o
no, tiene un sesgo muy marcado que busca modificar el pensamiento de
generaciones futuras.
Para luchar contra estas y otras cosas pensar y razonar
son las únicas armas de las que disponemos. Las demás: medios económicos, medios
de comunicación, etc. Se moverán en función de las conclusiones.
Pensar siempre ha sido un acto de rebeldía. Razonar sobre
lo pensado todavía va más lejos, al cuestionar las ideas preconcebidas por
quien detenta el poder. Sería bueno despertar en nuestros hijos el dolor de la
lucidez. Alejarlos del cerebro inerte de las videoconsolas… pues la vida es
todo aquello que sucede a su alrededor.
Comentarios
Publicar un comentario