La montaña inaccesible
Dicen que la vida cuesta, que es dura y que sólo unos pocos afortunados transitan por ella de manera dulce. Quizás sea cierto, no lo sé; nunca he sido uno de ellos. La realidad que conozco es otra. Ni mejor ni peor, tan sólo la mía.
He transitado por todo tipo de terrenos durante este tiempo. He visto hermosas praderas verdes en las que lo bucólico estaba siempre por encima de la realidad; he sentido la aridez de las tierras inhóspitas mientras el polvo formaba una película impenetrable.
A profundos valles le siguieron altas lomas en las que asomarse a respirar la pureza del aire limpio. Ese que necesitamos de cuando en cuando para seguir vivos.
No puedo quejarme pues hay quienes nunca cambian de terreno y, por ende, serán incapaces de valorar lo que dejan atrás o tienen por delante.
Trepando por un camino angosto, en cierta ocasión, me dí cuenta de que en aquel viaje no iba sólo. Que las trochas de cabras son sendas en las que se agolpan los sinsabores de la vida en la misma dirección que el optimismo de quien atisba el final del camino y observa en sus sueños hermosos campos de lavanda.
Quiso la fortuna que en este tiempo también hubiese podido disfrutar de algún remanso de paz en el que florecer durante algún tiempo. En los que dejar medrar lo bueno como contrapeso a la descarnada realidad. Tiempos en los que uno aprende que la sonrisa puede ser un arma de destrucción masiva para la tristeza, el desasosiego y el dolor. También sirve para desarmar a los cenizos y agrios que salen a nuestro paso.
En la mochila quizás demasiado peso, no lo sé. De cuando en cuando soy capaz de vaciar parte del contenido; incluso he podido trasformar algo de lastre en energía. Con frecuencia otros con los que me encuentro observan mi recorrido como si éste fuese un viaje de vacaciones. Qué sabrán ellos…
Desconocen que se trata de un intento constante de hollar la cumbre de una montaña inaccesible.
Con voluntad y amor no existe montaña inaccesible...
ResponderEliminarEn la vida, a lo largo de ella, se presentan momentos difíciles que parece una escalada sin fin, pero el universo tb nos ofrece grandes y pequeñas momentos que nos dan energía esperanza y nos demuestra que es hermoso vivir. El amor y una sonrrisa son grandes aliados. Seamos felices.
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