Dónde comienza la verdad del ser.

 

Dónde comienza la verdad del ser.

Siempre he creído que la vida es el momento presente, que todo puede acabar sin apenas haber empezado. Y, no sé si acertadamente, eso me ha llevado a vivir de una manera distinta. No mejor, sólo diferente.

No trato de caerle bien a nadie; no finjo estar bien si no lo estoy; no me preocupa qué puedan pensar de mí... Tampoco serviría de nada. Las personas tendemos a emitir juicios de valor sin reparar en la verdad de cada uno de nosotros.

La verdad de la vida comienza con una certeza que le pondrá fin, la muerte. Quizás la única aseveración difícil de refutar en una conversación inteligente. Nadie ha regresado para contar cómo sigue la historia...

Así pues, he tratado de dejarme llevar. De cometer tantos errores como he podido evitando, en la medida de lo posible, no hacer daño con ello a nadie. Y estoy casi seguro de no ser infalible. Vine a este mundo sin manual y si alguno tengo ahora mismo, no será más que una fe de erratas.

La verdad de la vida que yo conozco es esta: merece la pena vivirla. A pesar de los sinsabores, de los miedos, de las penas...merece la pena.

Somos, tal vez sólo porque existimos; o quizá porque existimos somos...

Nuestra verdad, esa que nos hace diferentes a unos de los otros, se encuentra dónde comienza la verdad del ser. Ese instante en el que uno se mira al espejo y ya se reconoce.

Y habrá quien piense que se reconoce desde el principio, mas solo se distingue. Con los años lo comprenderá.

Y en ese instante comienza una etapa diferente, compleja y llena de peculiaridades. Cómo cuando ves cambiar el paisaje; consciente de que la primavera hace tiempo que pasó, los rayos del verano ya no calientan tanto y la proximidad del otoño anticipa un invierno futuro.