TESOROS
¿Quién no ha soñado de niño
con encontrar un tesoro?¿Quién no ha deseado toparse con aquello que anhelaba y
disfrutarlo con la osadía de un niño?...todos hemos deseado, en mayor o menor
medida, ser capaces de encontrar un tesoro que nos llenase la vida de
felicidad.
Para muchos el tesoro ha sido
un trabajo para toda la vida; tener la certeza de que mañana será otro día, y
al siguiente uno más, sin tener que preocuparse en otra cosa que en trabajar y
vivir.
Otros descubrieron su tesoro
en forma de premio de lotería o similar, una suerte de locos; pues parece que
la locura transitoria se instala sobre todos aquellos que se encuentran de
pronto con mucho dinero.
Un tesoro es un hijo, quizá
el más valioso de cuantos puedas encontrar, su brillo relucirá para los padres por el resto de sus vidas. Da
igual qué haga…será nuestro tesoro más preciado.
Encontrar a una persona con
la que querer construir un presente, abordar un futuro y hablar del pasado sin
el menor temor a que pueda aprovecharse de ti o hacerte daño, es también
encontrar un tesoro. Quizá sea este uno de los más valiosos si salvamos la
distancia, enorme, que existe si lo comparamos con un hijo. Sin embargo cuando
este tesoro lo encontramos, nuestra vida cambia de un modo tangencial. Los
colores, olores y premisas de nuestras
vidas dan un vuelco, se transforman…
No metería la amistad dentro
de los tesoros porque está por encima de todos ellos. Ser amigo es mucho más
que ser rico, millonario, excéntrico, listo, guapo…ser amigo te convierte, sin
duda, en una parte muy importante de la vida de alguien y recíprocamente a ese
alguien lo conviertes en parte de tu propia vida….
A lo largo de nuestra
existencia iremos descubriendo y enterrando tesoros. Algunos los encontraremos
por casualidad, otros tras una búsqueda incesante. Otros los enterraremos en el
patio trasero de nuestra memoria, muchos se perderán sin darnos
cuenta…lamentando su pérdida después.
Tesoros…
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